Tora: un viaje a través de la gastronomía japonesa

Por Silvina Brizuela

Tora es un restaurante contemporáneo japonés ubicado en el corazón de la Zona Hotelera, y trae en su genética esa exótica sazón japonesa que conquistó desde un primer momento la escena gastronómica de Cancún.

¡omakase onegaishimasu!

El chef Mitsunori Ichikawa.

El exquisito ambiente de Tora cautiva desde que ingresas, con su estilo sofisticado y único; pero si además te encuentras en la cocina a un chef como Mitsunori Ichikawa, sabes que estás en el lugar indicado.

Sus creaciones culinarias están impregnadas de su procedencia japonesa, con técnicas milenarias, como el sushi añejado en algas y las carnes añejadas en whisky japonés, únicas en todo México.

Arte y diseño

Tora fue inaugurado en diciembre pasado y ofrece una vista espectacular desde su amplia terraza multinivel que permite contemplar las increíbles puestas de sol sobre la laguna Nichupté. El impactante complejo -de más de mil 600 m2- fue diseñado por el arquitecto Jorge Borja, ganador del Premio Versalles de Arquitectura 2017, que otorga la Unesco.

Robata, un símbolo de Tora

El grill japonés sustentable, es el corazón del lugar.

La robata, un grill japonés sustentable, es el corazón del lugar, desde donde nace una energía envolvente y se puede admirar la manera en que se preparan espectaculares platillos hechos con ingredientes de la más alta calidad, traídos exclusivamente de diferentes regiones del mundo.

Bebidas

Exclusivo whisky japonés.
Deliciosa mixología.
Infusion balls. Geisha´s Memories.

Además de su amplia variedad de sake -de diferentes aromas- algo muy original es su selección de infusion balls, con sabores naturales e ingredientes frescos, combinados con infusiones hechas en casa, frutas y flores, que son realmente deliciosas.
Tora cuenta, además, con una selección de whisky japonés valuado como el mejor del mundo, sumamente cotizado y muy difícil de encontrar.

Detalles que sorprenden.

La dedicada atención de Ana Islas y Liliana, junto con el recorrido por el lugar de la mano de Max Mathey, fue el broche de oro para este viaje a los sorprendentes sabores del otro lado del mundo, un camino circular, donde el único destino posible es regresar indefectiblemente.