El drama de ser madre tras las rejas

Madre presa relata su historia a Revista Dos Puntos Quintana Roo

Revista Dos Puntos visitó el CERESO de Chetumal para hablar con las internas que son madres y que, en un modo muy distinto, festejarán su día hoy; algunas con alguna visita, una llamada telefónica, otras, en soledad.
Texto: Silvina Brizuela/fotos: Carlos Matus

Dos puntos platicó con siete mujeres en su visita al Centro de Reinserción Social de Chetumal. Siete mujeres que pasan los siete días de la semana tras las rejas, con sentencias que van desde los cuatro a los 50 años.

En un mismo espacio conviven acusadas de robar dos blusas, violación y triple homicidio; y todas tienen un común denominador: son madres y sufren día con día el dolor de estar alejadas de sus hijos.

Este 10 de mayo no será un día feliz dentro del Cereso de Chetumal, uno de los peor calificados del país, de acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria elaborado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Un par de ellas recibirán, tal vez, la visita de sus bebés, pero la mayoría solo podrá abrazar el recuerdo que se intensifica con cada día de encierro.

Sus historias son desgarradoras y cargadas de dolor; aunque la mayoría se declara inocente, hay otras que confiesa sus errores del pasado.

Para entrar hay un filtro. Tras el filtro las rejas y la visión de candados y cadenas. Hay visitas y el ánimo se distiende. Unos pasillos conducen a otros y un tendedero cargado anticipa la presencia femenina. Hay un espacio abierto y a un costado algunas sillas; más allá, está un jardín que cuida como sus hijas una de las reclusas, que además, es la quiropráctica de la reunión.

De las 63 reclusas, sólo siete se sientan a desahogarse y romper la rutina y romper en llanto. Todas están relajadas y algunas vestidas como si se tratara de una fiesta, aunque al otro día todo vuelva a ser contar días para salir.

HISTORIAS DE MATERNIDAD EN PRISIÓN

Rosa

SEIS AÑOS POR DOS BLUSAS ES MUCHO, YA PAGUÉ…

Rosa –asegura- está purgando una condena de seis años por haber robado dos blusas de un comercio que, además, nunca interpuso denuncia.

Dos blusas que afirma pagó: “Yo considero que ya pagué, cometí un error y lo admito, pero seis años por dos blusas es mucho. Yo siento que estoy aquí injustamente; estoy arrepentida de todo corazón. Se pagaron los daños, demanda no tengo, los de la tienda no me señalaron como culpable. Siento que es injusto, ya llevo dos años 3 meses, ¿por qué todavía sigo aquí? Tuve tres abogados que solo me sacaron dinero. Le pedí a Jurídico un abogado de oficio y me dijeron que no, que ya me falta poco para salir”.

Apenas comienza a hablar de su bebé, le ganan las lágrimas que ruedan por sus mejillas: “Disculpe, que soy bien chillona. Tengo un bebecito de 6 meses, aquí lo tuve. Me vine soltera y aquí conocí a mi pareja. Es uno de aquí”.

-¿Qué te enamoró de él?

-Yo allá afuera me había decepcionado mucho de los hombres, ya me habían lastimado demasiado, ya era mucho. Hasta llegué a pensar: ‘en los hombres no vuelvo a confiar’. Y él me empezó a conquistar con sus detalles.

-¿Y cuándo lo veías?

-Nada más cuando me subían a las huellas, y ya de ahí el venía por acá en el filtro, me llamaba y yo no quería. Y ya una compañera me dijo: ‘date la oportunidad, conócelo’. Y si nos fuimos conociendo poco a poco.

-¿Y hace cuánto que están en pareja?

-Dos años.

-¿Y se casaron?

-Vivimos en unión libre.

-¿Tienen los mismos derechos, pueden hacer visitas conyugales?

-Sí, igual.

-¿Cómo fue el momento que te enteraste que ibas a ser mamá?

-Fue accidental, pero imagínese en este lugar. Sí me gustaba la idea de ser madre allá afuera, pero en este lugar tan… no estaba en mis planes. Cuando me enteré yo dije: ‘qué voy a hacer’, me quedé así “paniqueada”, yo pensé que mis papás no me iban a apoyar. Eso era lo único que se me cruzó en la mente: ¿qué voy a hacer?, mis papás se van a molestar, más estando en este lugar, pero no, gracias a Dios mis papás nunca me dieron la espalda. Sino que me dijeron nosotros te vamos a apoyar. Mis hermanas gracias a Dios.

-¿Cuántos años tienes?

-Tengo 30 años y es mi primer bebé: Octavio, tiene seis meses, lo tenía aquí pero se me enfermaba a cada rato, porque hay mucha humedad en la celda, vivimos en una celda de tres personas. Cada rato le daba gripe, tos, calentura. Me dice mi mamá: ‘dámelo, te lo saco unos días y te lo regreso’. Y se lo mandé, ahorita lo tengo allá afuera, ya se acostumbró a la vida allá afuera.

-¿Cómo fue despedirte de él?

-Es mi primer bebé, cuando me lo llevaron sentí feo. Le digo a mis compañeras de celda, no podía. Me ven aquí, aquí estoy, es cierto, pero falta una parte de mí, que es mi bebé. Yo nunca pensé, nunca me imaginé que tener un hijo, ser madre fuera algo tan bonito, tan hermoso y separarte de él es horrible.

-¿Te lo traen seguido?

-Cada ocho días.

-¿Cómo piensan celebrar este primer día de la madre?

-Me da tristeza y me da alegría: es mi primer 10 de Mayo. Hace un año estaba embarazada, estaba feliz, por lo mismo lloro de alegría… mi primer bebé… es una tristeza porque estoy aquí, no estoy con él, y alegría porque soy madre, igual a mi bebé no le falta el amor. Estando en este lugar nadie puede estar feliz, pero estoy contenta porque yo sé que mi bebe está bien, mi papá, mi familia me apoya. Ahora que lo vi está juguetón, travieso, cuando lo mandé no estaba así, y digo woow, ya platica, ya se sostiene él solito, me quedé sorprendida. Porque igual la alimentación no es lo mismo, es como me dicen: no seas egoísta, y es cierto, no voy a pensar en mí, voy a pensar en él.

-¿Cómo es la vida aquí con las compañeras?

-Este no es un lugar para nadie. Al principio había conflictos, pero yo me considero de las más tranquilas, no me meto en problemas, participo en todo, porque igual me interesa irme, por mi hijo, eso es lo que más deseo: irme de aquí. Me comporto bien, hago trabajos, todos los cursos: artesanías, pintura, almohadas. Yo lo hago y lo mando para allá afuera para que mi familia lo venda. No es mucho, pero es algo.

-¿Te arrepientes de haber cometido ese error?

-No le voy a negar. La vida de allá afuera me llevaba a hacer cosas que no estaban bien. Por algo estoy aquí, porque cuando yo estaba allá afuera, me gustaba divertirme, pero ¿con qué?, con el alcohol. Si no estuviera aquí no tuviera a mi bebé. Si no estuviera aquí, no hubiera dejado las cosas que hacia allá afuera. El día de mañana cuando salga, voy a echarle ganas, voy a trabajar, si es cierto yo no soy rica, no tengo dinero, pero tengo dos manos, dos pies que Dios me dio, cuando yo salga voy a echarle ganas. A mi bebe no va a hacerle falta nada y va a tener amor de madre. Salir adelante con mi bebé.

-Alguna reflexión por el Día de la Madre, ¿qué le dirías a tu hijo?

-¡Ay mi bebé! Que yo le voy a echar todas las ganas por él…disculpe, que soy bien chillona… solo de pensar que estoy lejos de él. Mis compañeras me dicen: ‘no llores sabes que lo tienes cada día de visita’, es que soy bien sensible. Eso lo que hago, hago todo por él. Yo quiero estar allá afuera con él, verle sus primeros pasos, escucharle sus primeras palabras. Eso es lo que le pido todos los días a Dios para estar junto con mi familia.

Causa: robo
Sentencia: 6 años
Tiempo en el penal: 2 años 3 meses
Hijos: 1

Elizabeth

EL DÍA DE LA MADRE ES UN DÍA MUY TRISTE

-¿Por qué delito estás aquí?

-Me acusan de homicidio calificado. Yo estuve en el lugar de los hechos, pero yo no toqué a la persona ni la maté. Era un asalto y mi compañero lo mató. Ambos ingresamos al penal, pero tiene 4 años que nos separamos.

-¿Eras casada?

-Yo quedé viuda hace muchos años. Yo era una mujer que no sabía leer, ni escribir, me sentí muy mal, sentí que el mundo se venía encima, mi bebé tenía 4 años. Cometí un error, pero lo estoy pagando muy caro, porque me separaron de mis hijos. Llevo siete años en este lugar. Ahora que mis hijos que son unos jóvenes, tienen novia y para mi es una vergüenza que ellos digan que yo estoy aquí.

-¿Te visitan?

-Vienen cada fin de año. Porque mi mamá es discapacitada y con lo que yo les mando con trabajo les alcanza, yo los mantengo desde aquí, les pago estudio y todo. No por el hecho de estar presa no los voy a mantener. Yo hago blusas, gorras, juegos de baño, de todo. Le trabajo a la señora que vende los hilos acá, igual viene una señora de Cancún que viene y se lleva mi mercadería, a las psicólogas. Yo así sostengo a mis hijos desde aquí adentro.

-¿Cómo pasarás el Día de la Madre?

-Para mí es un día muy triste. Porque todas vienen sus hijos a visitarlas, su familia y yo no, pero a los siete años que llevo acá ya me adapté, ni modos, así es la vida. Mientras Dios me dé vida y estén bien mis hijos. De hecho de los años que estoy yo aquí, nunca ha venido una hermana ni nadie a dejarme ni un rollo de papel, yo sola he salido adelante. Me quedé sola.

-Debe haber sido muy duro

-No tengo visita, mi mamá viene cada cuatro meses a veces, y cada fin de año me trae a mis hijos, pero yo semanalmente le mando 700 pesos con una pastora que viene, es la semana que le mando. Mis hermanas ni le ayudan a mi mamá.

-¿Que les dirías a tus hermanas y a tu familia?

-Mi familia son mis hijos y mi mamá. Lo único que les diría a mis hermanas es: ‘sí cometí un error’, pero no somos nadie para juzgar, yo estoy acá, y a veces hasta por un accidente pueden caer las personas.

-Un mensaje para tus hijos.

-Que los quiero mucho, los amo y pronto voy a estar con ellos y que por ellos he estado luchando y saliendo adelante. Y a mi mamá que la quiero mucho, que la amo, y la verdad le agradezco mucho a Dios que tenga yo a mi madre cerca de mí, y que me dure el tiempo que me falta, la verdad los extraño mucho, porque son muchos años los que llevamos separados y le agradezco todo lo que hace y gracias a dios que la tengo viva, que me espere, porque esto no es eterno, de aquí se sale. Lo mismo le quisiera decir a mis compañeras que no se sientan mal, si le dan una larga sentencia que el tiempo pasa rápido, nada más hay que dedicarse a trabajar y salir delante.

-Ves la vida diferente…

-Yo no sabía leer ni escribir, no me da vergüenza decirlo, yo fui mesera afuera, y ahora si salgo voy a trabajar decentemente. Ahora tengo estudio, estoy estudiando la preparatoria, voy a echarle todas las ganas del mundo, mi meta afuera es ponerme un puesto de artesanías con todo lo que he aprendido aquí. Me ha servido de algo al estar aquí.

-¿Estás apta para salir?

-Yo pienso por algo estoy aquí, porque si no, no hubiera aprendido todo lo que sé hacer, yo misma me enorgullezco. Tengo una conducta intachable. Ya hablé con la jueza porque yo me puedo ir en una libertad anticipada, pero me están cobrando 51 mil pesos de reparación de daño que pide la familia, y jamás lo voy a tener en mis manos. A veces eso me da para abajo, porque nunca lo voy a poder pagar. Yo estoy apta para estar en la sociedad porque ya me hicieron estudios, a veces se me hace difícil, estuve enferma hace unos días por lo mismo, de tanto pensar, sé me achicopalo. El motor son mis hijos, tengo que pensar que tengo que salir de aquí, tengo que poder, por ellos. Ya me quiero ir, quiero estar con mis hijos, mi mamá me necesita y mis hijos. Y yo digo una cosa: ¿porque hay tanta injusticia?, yo no maté a la persona, no hay huellas mías, el admitió que lo mató, ¿por qué tantos años para mí?

(Nota de la redacción: Si no paga los daños deberá cumplir el 65 % de la condena, unos 9 años y medio)

Causa: homicidio calificado
Condena: 14 años
Tiempo en el penal: 7 años
5 hijos

80 POR CIENTO DE LAS ENCARCELADAS SON MADRES

De estudios realizados por el Instituto Nacional de las Mujeres, INMUJERES, se desprende que aproximadamente el 80% de las mujeres encarceladas son madres y en su gran mayoría encabezaban familias monoparentales en las que ejercían la jefatura del hogar donde representaban el principal sostén económico de su hogar.

En ese sentido, el informe también expone que las mujeres encarceladas sufren un fuerte aislamiento, no reciben visitas o son muy esporádicas.

“La cárcel en las mujeres tiene mayor impacto porque son las que se ocupan de la crianza de los hijos, además de trabajar. El encierro representa también la destrucción del vínculo materno-filial y es una pena añadida a la condena, que además trasciende a los hijos”, afirma Paula Litvachky, autora de la investigación Mujeres en prisión.

Marlyn

ESTAR LEJOS DE TU PAÍS ES OTRA COSA; NO TENGO A NADIE

Marlyn llegó con su amiga Andreina desde Venezuela con la ilusión de ganar buen dinero para ayudar a su familia y mantener a sus hijos.

“Vine a México a trabajar por mis hijos, llegué a DF y de Df a Cancún; y allí pasó lo que pasó. Trabajaba de dama de compañía”, cuenta.

-¿Tienes el apoyo de tu familia?
-Sí, pero como somos humildes, yo era la que le mandaba dinero a ellos, te podrás imaginar qué mal estamos.

-¿Cómo tomó la noticia a tu familia?

-Difícil, muy difícil, la verdad le pegó muchísimo, soy la más pequeña de la familia, así que te podrás imaginar, fue muy difícil.

-¿Tus niños están en Venezuela?

-Sí, con mi mamá y con el papá de los niños. Aquí estoy sola, no tengo a nadie. La ayuda que recibí, que si con ropita, algunas cosas, es de las compañeras de aquí.

-¿Cómo piensas que vas a vivir el primer día de la madre en esta situación?

-Va a ser muy difícil, muy triste, porque además de ser madre, tengo madre. Por los dos lados va a ser fuerte.

-¿Estás arrepentida?

-No, porque todo lo hice por mis hijos, por mi familia, y llegué a ayudar a mi familia, a las personas que quiero. Por ese lado tal vez algo malo me iba a pasar, pero Venezuela está difícil. Estar lejos de tu país es otra cosa.

Causa: delitos contra la salud
Sentencia: en proceso
Tiempo en el penal: 2 meses
Hijos: 2

Cristina

ENCONTRÓ EL AMOR Y LA MATERNIDAD EN LA CÁRCEL

Cristina lleva cinco años en el penal, donde conoció a su pareja actual y tuvo a su primer bebé, que este mes de las madres cumple 1 año.

-Ahora, ¿cómo te sientes?

-Yo ya estoy mejor. Empecé a trabajar.

-¿Él papá sigue interno aquí?

-Sí. Él me dijo que le queda un año y medio. Antes, con la otra pareja, el me maltrataba, y nunca me embaracé en seis años, mi actual compañero me empezó a tratar bien y estoy feliz con mi bebé.

-¿Qué sentimiento te provoca celebrar aquí el día de la madre?

-Estoy contenta por tener a mi bebé, aunque esté en esta situación. Sólo Dios sabe cuándo me voy de aquí. Una amiga se ocupa de sacar a pasear a mi bebé, de llevarlo cuando está enfermo.

-¿Qué vas a hacer cuando salgas?

– Voy a luchar, voy a trabajar, voy a ver a mi familia, donde viven, en Chiapas.

Causa: cómplice de violación
Sentencia: 9 años
Tiempo en el penal: 5 años
1 hijo

Martha

Martha tiene una familia ausente. Es una de las muchas mujeres que, al caer presas, recibe el rechazo de los suyos. Tiene 3 hijos en Cancún, de 28, 26 y 18 años.

“No tengo visitas, más que de mi compañero sentimental, que conocí aquí en el penal, y que bendito sea Dios, ya salió y es el que me apoya económicamente. Mis padres viven en la ciudad de Cancún, pero no me visitan. Al principio venia uno de mis hijos, pero ya no. Yo los llamó por teléfono, pero visitas no.”

-¿Cómo esperas pasar este día de la madre?

-Como la pasamos casi todas: con la añoranza de tener tus hijos contigo, pero no se puede, eso es algo imposible aquí, bueno, no imposible, pero difícil. La mayoría de nosotras tenemos la familia lejos. Es algo que nos une a todas: el dolor de saber que tenemos hijos y que muchas, muchísimas somos inocentes y estamos en este lugar sin que nadie nos preste ni un poquito de atención. Le agradezco mucho que se hayan tomado el tiempo y el interés, porque afuera nadie sabe lo que pasa acá.

-¿Qué te gustaría decirles a tus hijos ahora que tienes la oportunidad?

-A mis hijos: que los amo con toda mi alma, que mi motivo por salir son ellos, que me arrepiento de haber estado en el lugar equivocado. Que daría lo que fuera porque ellos no pasaran por el dolor de saber que su madre está presa. A la sociedad, que no sean tan duros, porque realmente no saben lo que pasa detrás de estos muros y que habemos muchísimas personas, no solo mujeres, hombres también que somos inocentes. Y la sociedad solo juzga, pero no sabe.

-Hay muchos prejuicios sociales…

-Yo también pertenecí al grupo que señalaba cuando pasas por un penal y dices: ay ojalá que se pudran en la cárcel, malditos criminales. Esa es una de las lecciones más crueles que me ha dado la vida. Me costó muchísimo trabajo aceptar estar en la cárcel, hasta pensé en matarme, pero luego dije no, tengo que ser fuerte. Cuando yo caí mi hija estaba por cumplir 15 años. Yo no quería que mi hija supiera que tiene una mamá cobarde, no sé cómo, no sé de qué manera Diosito me va ayudar para que salga de aquí.

-¿Crees en Dios?

-Yo había dejado de creer en Dios, en la vida, en todo, le perdí la fe en muchas cosas, pero a través de la pareja que tengo ahora, me enseñó que lo último que hay que perder es la fe, la esperanza. Él me dice: si tú te imaginas estar sentada a la orilla de la playa con tus hijos, en algún momento eso se va materializar. Yo tengo mucha fe en Dios, que voy a salir.

Causa: homicidio calificado
Sentencia: 25 años
Lleva en el penal: 3 años
3 hijos

Nuri

ENTRE BORDADOS, EL BAZAR Y LA COCINA, VE UN FUTURO

“Quiero que sepan un poco más de nosotras, no que piensen que porque estemos aquí somos gente mala”, dice al comienzo de la charla Nury.

-¿Quién fue el autor del robo?

-Mi esposo.

-¿Sigues en contacto con él?

-Sí, él también está preso.

-¿Y las niñas?

-Me las trae mi suegra y mi abuelita. La menor tiene un año, la otra 5 y la mayor 7, las puedo tener aquí, pero es solo un rato.

-¿Cómo vives estar separada de tus hijas?

-Es muy doloroso, muy doloroso, ya estabas acostumbradas a estar con ellas, a festejar, pues ya no es lo mismo. Si vienen a las 9 de la mañana hay una colototota afuera, para que entren son como dos horas y lo mucho que pueden estar son 3 horas en lo que sale la visita a las 4 de la tarde, así como empieza el día, así acaba para nosotras.

-¿Cuáles son los horarios que tienen?

-Nos abren celda a las 6 de la mañana ya para salir a hacer lo que tenemos que hacer, y la hora de la entrada es igual a las 6 de la tarde, solo cierran galeras, solo dejan abiertas las celdas.

-Tienes una hijita que está grandecita, ¿ella te pregunta y qué le dices?

-Empezó a preguntar mi hija que por qué estamos aquí. Básicamente no se puede contestar, ya después agarré valor y le dije que porque había cometido un delito, aunque pues no soy culpable verdá, pero pues me amarran y tengo hay que asumir responsabilidad, y pues ni modio por un tiempo no me van a tener, pero siempre voy a estar al pie del cañón. Yo mantengo desde aquí a mis hijas. Yo aquí trabajo.

-¿Qué trabajo haces?

-Hago bordados, vendo ropa del bazar, hago comida. Las mismas internas me compran, y del otro lado los internos, las visitas, así.

-¿Estás arrepentida?

-En sí me duele. Me duele que él (su esposo) me haya embarrado, sobre todo su familia más que nada, porque no son compatibles conmigo. Me duele porque me alejaron de mis hijas, mis hijas todavía están pequeñas, a mi bebé me la quitaron de pecho.

(Nota de la redacción: Las madres pueden tener consigo a sus hijos hasta los seis meses siempre y cuando haya nacido)

-¿Cuánto tiempo le dieron a tu marido?

-Cinco años, seis meses y veinte días.

-¿Qué es lo que te imaginas para tu futuro?

-Yo lo que veo en mi futuro es trabajar, salir adelante por mis hijas que todavía están pequeñas, todo el tiempo que voy a estar aquí son cosas que voy a perder con mis hijas, mi hija ya pequeña camina, ahorita habla. Mi hija más grande ya salió del kínder para irse a primaria. Son cosas que voy perdiendo; pero pues ni modo, me tengo que aguantar, tengo que ver mi realidad tal y como es.

-¿Tu familia te apoya?

-La única familia que tengo aquí es mi abuelita. Es la única, me cuida dos de mis hijas y mi suegra cuidad a la otra. Ella las cuida, viene a verme, me trae dinero, les compra sus cosas, las lleva a la escuela. Ella siempre está al pie del cañón.

Causa: robo
Sentencia: 4 años
3 hijos

Blanca

VOY A SOBREVIVIR CON LA ESPERANZA DE VOLVER A MIS HIJOS ALGÚN DÍA

Madre de cuatro hijos, que van desde los 15, el mayor; y 9, la menor, Blanca cuenta que fue madre soltera y sólo eran ella y sus hijas en su mundo. No sabe aún porqué está presa con una condena de 50 años.

Asegura que un día estaba comiendo con sus hijos y llegaron los federales y le dijeron: “baja que tenemos que hablar contigo”. Desde ese día está presa y se le vino el mundo abajo. “Mis hijos se quedaron solos, perdí todo por lo que había luchado toda mi vida. Estoy esperando un milagro”, dice.

-¿Con quién están ahora tus hijos?

-La familia del padre los vino a buscar y se los llevaron a Chiapas. No los he vuelto a ver. No sé leer, estoy aprendiendo. A los 15 años tuve a mi primer hijo y me he dedicado a ellos.

-¿Cómo te imaginas que vas a vivir este Día de la madre en esta situación tan difícil?

-Me hace fuerte saber que sembré en mis hijos un amor tan grande, que cada vez que hablo con ellos, me dicen que me adoran, me dicen cosas bonitas. A mí me gusta cantar, yo les enseñaba a cantar, me componen canciones. Son mi orgullo, son inteligentes.

-Te escuché cantar…

-Siempre, cuando era niña me ganaba la vida así, cantando en las calles. Estuve en un concurso de canto aquí, de la Voz Penitenciaria y ellos lo vieron por internet, están orgullosos. ‘Eres la mejor me dicen’, para ellos yo soy la mejor.

-¿Qué les dirías a tus hijos?

-Les diría que son el amor de mi vida, que no importa lo que yo tenga que pasar. Que voy a sobrevivir con la esperanza de volver a verlos algún día. Mi hijo cuando nació yo tenía 15 años, en ese momento yo sentía que mi vida no tenía sentido, pero cuando él nació, nació conmigo un sentimiento maternal que jamás se apartará de mí. Cuando despierto pienso, ¿qué voy a hacer hoy?, estoy presa. Pero me pongo bonita, hago deportes, me miro al espejo y hablo conmigo y en mi reflejo veo a mis hijos. Yo tuve un sueño, pero sé que hay un ángel, hay una persona que me viene ayudar. Creo mucho en Dios.

Causa: Homicidio
Sentencia: 50 años
Lleva en el penal: 1 año
4 hijos