Con dos años de existencia, las Reinas Rojas son pioneras en Cancún de este deporte de contacto que combina la técnica del patinaje con la rudeza del futbol americano. La cereza del pastel es el toque femenino, que viene acompañado de algunas lecciones sobre el empoderamiento de la mujer.
A gran velocidad, Lady Deadpool recorre la pista ovalada sobre unos patines de ruedas en paralelo. Cuando se acerca a sus compañeras de juego encoge un poco su postura y separa ligeramente los brazos del torso. Porta un casco negro con la imagen de una estrella blanca y sus codos y rodillas cuentan con protecciones de plástico.
El grupo de bloqueadoras se prepara para recibirla: las del equipo contrario harán todo lo posible por no dejarla pasar, aunque esto implique hacerla perder el equilibrio y “taclearla”, como se dice en el futbol americano; mientras sus compañeras de equipo le allanarán el camino empujando a sus contrincantes.
Lady Deadpool –conocida fuera del juego como Jessica– busca rápidamente un espacio por el cual escabullirse del grupo y, justo cuando parece que lo logrará, es embestida por dos de las bloqueadoras. Cae violentamente al suelo y hace señas a los árbitros; al parecer se lastimó un tobillo. Con un sonido de silbato, el juego se detiene por unos minutos.
RUDA “CASCARITA”
Es jueves por la noche y somos testigos de un partido de práctica o “cascarita” de las Reinas Rojas, el equipo que inició en Cancún el juego del roller derby, un deporte de contacto en el que se combina la técnica del patinaje con la rudeza del futbol americano, aderezado con la feminidad y sensualidad de las chicas que lo practican.
Para conocer la historia de las Reinas Rojas es necesario hablar con Silvia Chuc, la capitana del equipo, también conocida como Bruja Cannibal. En entrevista para Dos Puntos, relata que fue hace un poco más de dos años cuando, sin conocer a nadie que compartiera su afición, decidió formar el primer equipo de esta disciplina en nuestra ciudad.
Tras haber sido inspirada por la película “Chicas sin freno”, cuya trama gira en torno a una joven que convierte este deporte en su gran pasión, Silvia decidió acudir a algunos partidos en Mérida y Campeche, ciudades cercanas donde ya contaban con equipos de roller derby. Fue entonces que abrió una página de Facebook, imprimió algunos volantes y comenzó a reclutar a las chicas que quisieran unírsele.
La primera en aparecer fue Alina Guerrero, hoy conocida como Kadma Sixx y segunda al mando de las Reinas Rojas; a partir de ahí los números fueron en aumento. Primero entrenaban en el parque de la supermanzana 31, en el centro de la ciudad, pero pronto llegó el momento en que el espacio no era suficiente ni el adecuado para practicar.
Quienes han vivido el suficiente tiempo en Cancún, sabrán que el espacio donde las Reinas Rojas hoy tienen su casa, sobre la avenida López Portillo, en otros tiempos fue un supermercado y luego un enorme local abandonado. Las chicas lo conocieron durante un evento de tatuajes que se llevó a cabo en ese lugar cuando empezaba a ser rehabilitado, y resultó ser perfecto para la pista ovalada de 37 por 25 metros que se requiere en este deporte.
“Somos de los pocos equipos en el país que pueden practicar en una pista con las medidas oficiales”, indica orgullosa la capitana.
Desde entonces, las chicas tienen un espacio en el que entrenan de lunes a jueves por un lapso de dos horas, tiempo en el que se dedican al acondicionamiento físico –a cargo de Calipso Von (Irina Ríos), jugadora activa desde hace un año y Aeks Dead Revolver (Axel Guerrero), coach del equipo– a fin de mejorar el desempeño de sus técnicas y estrategias como equipo.
Además de los entrenamientos, una o dos veces por mes organizan una “cascarita” que les sirve también como demostración al público en general del trabajo que normalmente hacen a puerta cerrada.
DOS MINUTOS DE ADRENALINA
Antes de comenzar su práctica, las integrantes de las Reinas Rojas hacen una fila de frente a la capitana, los entrenadores y árbitros. Estos últimos revisan que tengan completo y bien colocado su equipo, compuesto por casco, muñequeras, coderas, protector bucal y rodilleras; además, se aseguran de que sus patines no tengan fallas que pudieran representar un riesgo para las jugadoras.
Previo al pitazo inicial, ambos equipos, distinguidos por el color de sus playeras, se concentran en la línea de salida para comenzar el primer “jam”, un período de dos minutos en el que las anotadoras –también conocidas como “jammers”, que se distinguen por portar una estrella en su casco– intentarán dar a su equipo todos los puntos posibles. Uno por cada jugadora del equipo contrario que logren adelantar y otro por cada vuelta que logren ganarle a la “jammer” contraria.
Las participantes de cada juego, que dura dos períodos de 30 minutos, se dividen en dos: anotadoras y bloqueadoras. Las primeras se encargan de dar vueltas a la pista tratando de atravesar el “pack”, como se le conoce al congregado de bloqueadoras, tantas veces como les sea posible, en tanto que las segundas buscan impedir el paso de la anotadora del equipo contrario.
Además de las chicas en la pista se requiere de cinco árbitros al centro de la misma, de los cuales, dos marcan las faltas, otros dos cuentan los puntos y uno se encarga de medir el tiempo de juego. En algunos partidos se incluye entre las bloqueadoras a una “pivot” –identificada con una raya vertical en su casco– quien regula la velocidad con la que avanza el grupo de bloqueadoras, además de dirigir la estrategia del juego.
Según la versión más aceptada, esta disciplina nació a mediados de la década de 1930, como un espectáculo deportivo, en la ciudad estadounidense de Chicago. Con el paso del tiempo fue perdiendo popularidad hasta casi desaparecer por completo, pero tuvo un resurgimiento al inicio del nuevo milenio, comenzando en la ciudad de Texas.
En 2004, algunas ligas estadounidenses se juntaron para formar la Asociación de Derby Femenil de Pista Plana (Women’s Flat Track Derby Association o WFTDA), quienes establecen las normas que rigen la competencia entre los miembros de las ligas afiliadas, aunque muchos de los equipos no incorporados de todo el mundo han adoptado las mismas reglas y sus constantes actualizaciones.
Por su parte, México cuenta con la Asociación Mexicana de Roller Derby (AMRD), que organiza torneos femeniles y varoniles a nivel nacional. Las Reinas Rojas aún no pertenecen a esta agrupación, pero está en sus planes próximos reunir todos los requisitos necesarios para poder unirse.
LA IMPORTANCIA DE LOS NOMBRES
Cuando una chica se une a un equipo de roller derby, comienza a tener dos nombres: uno es aquel con el que ha vivido hasta su mayoría de edad, el otro es su derby name, con el que será conocida en la pista.
“Es como una identidad secreta, como ponerse el traje de superhéroe que te quitarás después de los 60 minutos, pero mientras juegas te vuelves esa persona, otra versión de ti misma”, señala Bruja Cannibal, quien explica que tomó su nombre de una canción del grupo Jaguares con la que uno de sus amigos la identificaba.
Por supuesto, la importancia de tener nombres significativos comenzó desde el equipo, que les significó una complicada tarea. Las chicas se plantearon el reto de ser reconocidas por algo relacionado a la identidad prehispánica de la zona –la cultura maya– pero que tuviese la suficiente fuerza para representar el poder femenino.
Fue entonces que Silvia Chuc hizo gala de sus conocimientos como antropóloga –su profesión– y recordó uno de los descubrimientos más importantes en la zona arqueológica de Palenque: la Reina Roja, una osamenta de quien en vida fuese la esposa del gobernante maya Pakal II, de nombre Tz’akbu Ajaw.
En 1994, cuando los investigadores descubrieron el cuerpo, se encontraron con que la reina fue inhumada con una máscara mortuoria de cien piezas de malaquita, piedra semipreciosa de color verde; además de que sus restos fueron cubiertos con cinabrio, un mineral que le dio una coloración rojiza con el paso del tiempo, lo que le valió su icónico nombre.
Como digna representante de la nobleza maya, la Reina Roja de Palenque se convirtió en el símbolo adecuado para ese grupo de mujeres fuertes que practican este deporte.
CUESTIÓN DE GÉNERO
En pleno siglo XXI, habiendo dejado atrás ciertos aspectos de la cultura machista, resulta desafortunado que la razón por la que los entrenamientos de las Reinas Rojas sean a puerta cerrada no sea sólo para permitirles mayor concentración en su técnica y acondicionamiento físico, sino también para evitarles situaciones desagradables, reconoce la capitana del equipo.
Silvia Chuc comenta que aún existen actitudes machistas sobre los roles de género, estereotipos que toman un matiz especial en el área del deporte. Recuerda que cuando los entrenamientos eran en espacios públicos, era común que grupos de hombres obstaculizaran sus prácticas con silbidos, miradas y comentarios.
“Uno de los objetivos del equipo es promover el roller derby como un deporte con la disciplina que conlleva; nuestros pilares más importantes son el trabajo en equipo, la actitud deportiva y el sentido de pertenencia con el grupo. Mujeres fuertes que unidas se hacen más fuertes es la esencia de la filosofía del equipo”, finaliza la capitana.
Unidas como una sola, las chicas terminan su práctica colocándose en una fila y haciendo un recorrido a la pista, para luego irse acomodando en una sola hilera y despedirse con abrazo y un apretón de manos; luego se reúnen en una concentración al centro del circuito que termina con el grito de “¡Reinas Rojas!” y muchos aplausos.
Llega entonces el momento de quitarse los cascos, los patines, dejar en la pista sus nombres de batalla y volver a tomar los que constan en sus actas de nacimiento. Todo antes de que se establezca la fecha de su próximo encuentro y se apaguen las luces de la enorme bodega.
“El logotipo del equipo fue diseñado por Kadma Sixx –Alina Guerrero–, quien también se desempeña como artista del tatuaje”.
ORGULLOSA SEDE
En el mes de octubre, las Reinas Rojas serán las anfitrionas de un Training Camp al que asistirán destacadas figuras del roller derby a nivel mundial. Se trata de una serie de clínicas en donde jugadoras de todo el mundo tendrán la oportunidad de aprender cómo mejorar sus técnicas y estrategias en el juego. Este evento es organizado por la revista estadounidense Blood & Thunder, publicación especializada en este deporte.
Requisitos para ser una Reina Roja:
- Ser mayor de edad
- Saber patinar
- Conseguir el equipo necesario
- Tener buena condición física
- Asistir a los entrenamientos
- Tener una excelente actitud deportiva
- Cumplir con una cuota mensual de 200 pesos
Texto: Gonzalo Ramos/ Fotos: Yuri García