“Existen mujeres muy valientes y preparadas pero aún tenemos que luchar contra los techos de cristal”
Maria Elena Ortegón Ojeda
Fundadora del comedor comunitario “Huellas de Pan”
Mamá de cinco hijos: cuatro varones y una niña (31, 25, 24, 22 y 17 años) y fundadora del comedor comunitario “Huellas de pan”, el cual tiene como objetivo combatir la pobreza alimentaria, ella es María Elena Ortegón Ojeda, quien se autodefine como “una mujer tenaz, comprometida, plena y contenta con mi vida, porque tengo la oportunidad de trabajar en lo que quiero con el apoyo de mi familia que se une a mi proyecto”.
¿Consideras que en Quintana Roo existen pocas mujeres ocupando puestos de poder?
“Creo que existen muchas mujeres valiosas en todas las áreas, en lo público, en lo privado, en lo académico, en la ciencia y en el sector social existen mujeres muy valientes y preparadas pero aún tenemos que luchar contra los techos de cristal pero todavía no se puede conciliar al cien por ciento el rol de mujer que se impone y eso hace muy difícil que puedan tener proyección o estas oportunidades de trascender”.
¿Has luchado contra esto para llegar a dónde está ahora?
“No del todo pero sí tuve que esperar a que mis hijos estuvieran grandes para tener la oportunidad de hacer las cosas que hago, he tenido la gran bendición de tener el apoyo de mi esposo quien junto conmigo lucha y trabaja todos los días en los 32 años que tenemos juntos”.
“Tengo el apoyo de mi esposo quien junto conmigo lucha y trabaja todos los días en los 32 años que tenemos juntos”.
¿Cuáles serían los tres factores que influyeron para posicionarte en el lugar que te encuentras ahora?
“Determinación, tenacidad y compromiso, además del ánimo de cambiar lo que no me gusta, en este caso la pobreza y la desigualdad.
¿En qué momento surge la iniciativa de hacer algo por la sociedad?
“Desde pequeña el tema de ver a la gente sufriendo por hambre fue algo que me preocupó mucho, afortunadamente nunca sufrí hambre ni pobreza en mi niñez, pero desafortunadamente lo vi con la gente de la calle, por lo que siempre tuve esa empatía con la necesidad, con la pobreza alimentaria, es algo que no puedo entender y no puedo quedarme cruzada de brazos. Cuando surge la convicción de ayudar es cuando era yo catequista y veía a mis niños que llegaban sin desayunar o ver gente que llegaba a la iglesia a pedir alimento, es ahí cuando detecto que aun viviendo en la zona urbana de Cancún, un lugar turístico importante, existe el tema de pobreza alimentaria y ya no es solo en la tele, es en mi entorno y tenía que hacer algo porque ya era adulta y así fue que decidí abrir el comedor “Huellas de pan”.
“siempre tuve esa empatía con la necesidad, con la pobreza alimentaria, es algo que no puedo entender y no puedo quedarme cruzada de brazos”.
¿Cómo contribuyes al empoderamiento de otras mujeres desde tu “trinchera”?
“Justo con el comedor, muchas mujeres están en situación de violencia porque el papá es el proveedor y ella no tiene cómo mantenerse a si misma y a sus hijos, depende del hombre y aunque ella quiera salir a buscar trabajo, primero tiene que invertir en su pasaje, en su solicitud etc y entonces,¿dónde deja a los hijos para hacerlo?, tal vez en cuestión de días la aceptan en un trabajo y hay que esperar a que llegue el día de pago y que ya tenga dinero para dar de comer, pero esto se puede llevar hasta un mes y mientras, ¿qué comen sus hijos?, entonces cuando eso pasa nosotras las invitamos a que lleven a sus niños al comedor, que ellas coman también, que si están cansadas vayan a comer. Hemos tenido testimonios reales de empoderamiento desde esta trinchera, ser aliadas de ellas y que puedan comer, que es la necesidad primordial del ser humano”.
“Nosotras invitamos a las mamás que lleven a sus niños al comedor, que ellas coman también, que si están cansadas vayan a comer”.
¿Qué consejo darías a las mujeres jóvenes que inician su vida laboral?
Les diría que descubran que existen otras formas de vida, que no solo es nacer, crecer, casarte, reproducirte, hacerte cargo de tu familia, hay otras formas de vivir, de sentirnos plenas y realizadas, no todas tenemos las ganas de ser mamás o estar casadas, que se den tiempo de descubrir su madurez, que existe esta otra libertad donde no necesitan una pareja para ser feliz, que descubran que pueden vivir en pareja pero compartir un proyecto de vida juntos en igualdad de posiciones”.
¿Cómo sería el mundo ideal para tus hijos?
Un mundo donde se viva con respeto, con equidad, en paz, un mundo donde las oportunidades sean para todos.
Huellas de Pan proporciona diariamente alimentos altamente nutritivos a 56 niños y niñas de 4 a 14 años en situación de pobreza.
¿Quieres ayudar? http://www.huellasdepan.org/ayudanos
Texto: Jocelyn Díaz.
Fotos: Fabian Baraggia.
Locación: Nizuc Spa & Resort.