Mamás que trabajan desde casa

Lily, madre que trabaja desde casa, jugando en laya con su hijo

Dos mujeres exitosas, que tienen hijos pequeños, dieron a Dos Puntos un vistazo de cómo hacen las cosas, de cómo piden ayuda y de cómo luchan por hacerlo todo bien. 

Madres que trabajan desde casa en México

Aunque ha existido una modernización en el ámbito laboral mexicano, las oportunidades para que las mujeres embarazadas o con hijos puedan mantener su empleo y continuar desarrollándose en su profesión siguen escaseando, pues se estima que el 55% de las mujeres profesionales no vuelven a su puesto luego de tener un hijo.

Mamás que trabajan desde casa

En nuestro país, de 48.7 millones de mujeres adultas con al menos un hijo, sólo 44.2% tiene trabajo. De éstas, 36% labora en alguna empresa y 16.3% en instituciones diversas, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Existe un debate acerca de si las madres que trabajan pueden tenerlo todo y si cuentan con el apoyo suficiente.

Mariana: “Para mí el secreto consiste en ser positivo y feliz día a día”

Mariana Nájera, maestra de yoga

Dos motivos movieron a Mariana Nájera a tomar la decisión de trabajar desde casa: cambios de residencias constantes, por el trabajo de su esposo y la maternidad.  Desde hace 5 años trabaja en ventas por internet para agencias de viajes, lo que le permite mantener una agenda equilibrada entre el trabajo y el hogar.

Mariana, cuéntanos a qué te dedicas

Me dedico al e-commerce para agencias de viajes desde hace 5 años y he descubierto que me encanta. Es un trabajo donde se combinan los conocimientos tradicionales de la administración y mercadotecnia, pero implicando las nuevas tecnologías que evolucionan de forma acelerada. Gracias a ello, he podido desempeñar esta profesión desde casa. Debido al trabajo de mi esposo he residido en 5 países en los últimos 5 años.

¿Cuáles han sido tus retos?

Con disciplina y mucho entusiasmo he superado las barreras del idioma y los husos horarios. Mi trabajo consiste en coordinar distintas áreas para entregar al cliente una página donde se puedan hacer reservaciones online. Resolución de problemas y análisis de resultados. Me siento muy orgullosa de que suelo escuchar comentarios positivos de mi trabajo, continuar siendo productiva, sentirme plena como mamá e intentar mantener un matrimonio a distancia.

¿Cómo es tu rutina diaria?

6:30 am – Despierto, desayuno y alisto a mi hijo de 3 años para la escuela, luego alrededor de las 8:30 am Salgo de casa para llevar a mi hijo al pre-kinder y comienza mi día laboral, mas o menos a la 1:00 pm almuerzo, voy al supermercado o salgo a correr  y regreso para terminar de trabajar. A las 5:30 pm recojo a mi hijo del colegio, cenamos juntos y comienza el ritual de bañarlo y llevarlo a dormir. A las 8:30 pm acuesto a mi hijo y suelo quedarme dormida también. Si no, lavar platos y limpiar la casa.Mamás que trabajan desde su casa, Quintana Roo, México

¿Qué haces sobre del cuidado del niño?

Lo hago todo ya que mi esposo trabaja en el extranjero. Estoy a cargo del cuidado del niño al 100%

¿Qué haces para que se faciliten las cosas?

Intento dar la importancia adecuada a las cosas. Mi prioridad es la familia y el trabajo es parte importante de mi desarrollo profesional. Intento rodearme de amistades interesantes y positivas, comer sanamente y hacer ejercicio. Dedicarle tiempo de calidad a mi hijo, abandonando dispositivos electrónicos, busco ser una mamá todoterreno.

Como una madre trabajadora exitosa, ¿con qué luchas y qué es lo que más te cuesta trabajo?

Lucho con que se reconozca el talento, que el nivel salarial sea equitativo, acceder a puestos de mayor jerarquía y que se respete el horario establecido. Me ha tocado ser acosada sexualmente en la oficina por compañeros y/o jefes, es duro y espero que las próximas generaciones no dejen de luchar por la igualdad de género. Como mamá trabajadora me cuesta trabajo tener suficiente energía y paciencia con mi hijo.

¿Hay un momento en que te diste cuenta de que tu vida había cambiado?

Desde que decidí ser madre, mi mundo cambió. Dejé de consumir comida chatarra, comencé a practicar yoga y comencé a invertir emocionalmente para la llegada de mi hijo. Al confirmar mi embarazo, las prioridades cambiaron, soy más auto-disciplinada, más independiente emocionalmente y también más segura de mi misma. No me cuesta trabajo decir no y trabajo en ser más tolerante y abierta a nuevas ideas.

¿Cómo has tratado de ajustarte?

Trabajando con mi inteligencia emocional, cuando siento frustración hago un ejercicio de recordarme a mí misma que valgo no por el trabajo o la casa que tengo, sino por la persona en que me he convertido. Que el valor del tiempo no lo determina un salario, si no como se aprovecha. Y tratar de entender que la vida es un proceso de ciclos que se abren y cierran, pero el secreto consiste en ser positivo y feliz día a día.

Lily: “Para mí el trabajo es bienestar mental”

Lily Barajas se define como parte de una generación de madres modernas que ya no son las típicas que hacían a un lado sus vidas por dedicarlas a sus hijos. Ella es diseñadora gráfica y trabaja desde su casa, su clave: el poder de la organización. “Creo que un hijo es una responsabilidad muy grande, pero con una buena organización es posible también trabajar, atender la casa y al marido, hacer ejercicio y hasta tener un pasatiempo”.

 Describe uno de tus días.

Mi día comienza desde una noche antes cuando preparo la maleta y la ropa de mi hijo porque en las mañanas lo llevo a la guardería. Me gusta anticiparme porque necesito organizarme muy bien para que el día me rinda. Despertamos 6:30 am, nos bañamos, alisto a mi hijo y lo llevo a la guardería a las 7:30 am. Después me voy al spinning o salgo a correr. Regreso a casa, desayuno y comienzo a trabajar a las 9:30 o 10 am hasta las 4 de la tarde que salgo por mi hijo. En ese lapso laboral avanzo con diseños, hago llamadas, envío emails o voy a la imprenta. Regresamos a casa, comemos juntos, juego con él, le pongo la televisión y trabajo un par de horas más, hasta las 8 pm que le doy de cenar, nos bañamos y lo duermo a las 9 de la noche. Intento ya no trabajar después de dormirlo, a veces cuando tengo bastantes pendientes me desvelo, pero procuro no hacerlo. Después, llega mi esposo, lo acompaño un rato, leo un rato o veo una serie y me duermo pasadas las 12 de la noche.

¿Mandas a tu hijo a guardería?

Soy diseñadora gráfica y es una profesión que implica mucha concentración, así que con un bebé que es prácticamente imposible. Mientras estoy frente a la computadora, mi hijo saca cosas, se sube a la mesa, pone la casa de cabeza o lo tengo en mis brazos mientras intento diseñar con una mano. Realmente es muy difícil. Una temporada me apoyé de una niñera y recientemente lo ingresé a la guardería, pero antes era un caos trabajar.

Eres una mamá joven y trabajadora, ¿qué es lo que más te cuesta trabajo como ser de las mamás que trabajan desde casa?

Creo que mi mayor batalla es sobrevivir a la maternidad. Como mamá primeriza tengo muchos errores todavía por afinar. Es un trabajo que engloba todas las responsabilidades, que abarca 24 horas los siete días de la semana y donde necesitas encendidos tus cinco sentidos, por lo tanto es desgastante y a veces frustrante. Aún no logro dominar la paciencia pero estoy consciente de que es algo que durará toda mi vida, así que ya aprenderé.

Lo que más me ha costado trabajo es mantenerme activa laboralmente y no hacer caso de lo que opinen los demás. Muchas personas me han aconsejado dejar a un lado mi carrera para dedicarme al 100% a mi familia, pero no puedo. Amo profundamente mi profesión y no he dejado de trabajar en ningún momento, ni si quiera en la cuarentena. Para mí el trabajo es bienestar mental y he hecho todo lo posible por combinarlo con mi papel de madre. Afortunadamente mis clientes lo entienden y comprenden que mi prioridad será siempre mi familia, pero no por eso dejaré de ser profesional.

Cuidando los hijos y trabajando desde casa es una realidad para muchas madres profesionales

¿Hay un momento en que te diste cuenta de que tu vida había cambiado?

Todos los días me repito a mí misma: “Nunca será lo mismo que antes”. Ser madre fue una decisión consensuada y lo mejor que me haya pasado. Es como graduarse para ser adulto y definitivamente son las ligas mayores de la vida. Todo cambia: desde el dormir, el amor de pareja, los planes, y hasta el físico. Es un giro de 360º. Pero son cambios positivos que te hacen reflexionar y sobre todo, son cambios que te enseñan el valor de la vida y el amor verdadero.

El éxito viene de la mano con la disciplina y la pasión con la que desempeñas todo lo que haces y una mujer organizada tiene tiempo para todo.

No me gustaría estar solo en casa limpiando, cocinando y atendiendo en cuerpo y alma las necesidades mi familia. Creo que las mujeres estamos en una época donde tenemos más libertad de decisión y es posible desarrollarnos en muchos aspectos dentro y fuera del hogar.

¿Cómo te ajustaste a esta “nueva” vida?

Simplemente aceptando los cambios y recibiendo todo lo bueno que los hijos nos dan. Mi familia me hace sentir poderosa, me hacen ser valiente y me impulsan a ser cada día mejor persona. Son esa fuerza para ser siempre mejor. Lo que ellos ven hoy en nosotros, lo tomarán como referencia en el futuro por eso es muy importante siempre dar lo mejor como padres y demostrarles a los hijos que todo es posible.

Texto: Silvina Brizuela/ Fotos: Cortesias