Librerías online: otra manera de consumir el infinito mundo de los libros

La mayor ventaja de una biblioteca online es que los usuarios que disfrutan de la lectura no se ven obligados a salir de sus casa

La era digital ha cambiado las formas de hacer negocios, por lo que el gremio de libreros y sus clientes han transformado las maneras de vender y comprar libros, respectivamente.

El Día de las Librerías es celebrado cada año el ocho de noviembre en pos de visibilizar y dar a conocer estos lugares como un espacio de encuentro y esparcimiento cultural para aquellos que aman leer. No obstante, la era digital ha cambiado las formas de hacer negocios, por lo que el gremio de libreros y sus clientes han transformado las maneras de vender y comprar libros, respectivamente.
El mundo online ha abierto un abanico de posibilidades para la cotidianidad del hombre. Aunque los e-book existieron antes de Internet y la web 2.0, fue esta última la que posibilitó el surgimiento de las librerías online, como una nueva manera de consumir el infinito mundo de las letras.

Las librerías online pueden vender diferentes formatos de la obra, no solo el libro físico, si no un e-book y/o audiolibro, además la capacidad de almacenamiento de textos es interminable, pues se resguardan cientos de gigas de información, contrario al espacio de una librería tradicional.Hoy en día el uso de libros físicos se ha visto disminuido en gran parte del continente

Adicional a ello, todo se encuentra organizado de forma metódica: título del libro, nombre del autor, editorial, ISBN y el género, lo que facilita la búsqueda de los tomos. Igualmente, estas librarías tiene servicio a domicilio, lo que facilita el tiempo de búsqueda de los consumidores.

Por tanto, tener una librería online puede llegar a convertirse en un modelo de negocio ecológico, porque se evita el gasto innecesario de papel.
Asimismo, a través del comercio de libros online es más fácil acceder a copias digitales de libros raros o antiguos a precios accesibles, pues los textos originales, con valor coleccionable, pueden ser extremadamente costosos. Sin mencionar que se pueden adquirir escritos desde lados opuestos del planeta y las fronteras de autores se expande.
Por último, los escritores también salen ganando, pues le resulta cómodo comercializar su obra sin estar atados, necesariamente, a una editorial que asuma los costos de impresión de los ejemplares.